Impresiones sobre el recorrido del Camino de santiago.

 

La decisión de abordarlo fue motivada por varias razones, a saber:

            Estaba interesado en hacer una ruta grande (de varios días) y para ello barajaba varias expectativas:

                        .- RUTA DEL CID
                        .- VÍA DE LA PLATA
                        .- CAMINO DE SANTIGO

Analizadas las tres y con la premisa de hacerlo en solitario se desprende que:

.- La ruta del Cid es una ruta que actualmente se encuentra en pleno desarrollo y falta bastante definición y señalización, aparte de que no hay en el recorrido (en buena parte de él) pueblos donde poder dormir o hacer avituallamientos.

.- Se transita por zonas casi exentas de habitantes y por otro lado no hay buenas comunicaciones de cara a cualquier eventualidad como pudiera ser abandonar el recorrido, incidencias y/o volver a casa, con lo que casi queda como única opción llegar al final del camino, Valencia.

.- La Vía de la Plata se encuentra bien definida pero al igual que la anterior no es de uso masivo por la gente, por lo que poder encontrar a gente en el camino es bastante improbable. .

- Hay lugares donde dormir y hacer avituallamientos aunque muy espaciados, sobre todo en la zona sur.

.- El punto de inicio es bastante alejado del origen (en mi caso) por lo que genera complicaciones.

.- El Camino de Santiago y sobre todo en el presente año, año compostelano, tiene bastantes ventajas y/o desventajas, a destacar:

.- Este camino aunque de carácter religioso, ha derivado a cualquier condicionamiento por lo que es asequible desde cualquier punto de vista.

Por todo lo anterior la decisión es bastante fácil, eligiendo comodidad, señalización, lugares donde dormir (y precio), presencia de gente en la ruta, así como otros muchos factores, sin lugar a dudas el Camino de Santiago.

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REFLEXIONES SOBRE EL RECORRIDO REALIZADO:

Resulta una experiencia abordar en solitario un camino de tantos días (no tantos como andando) en los que la condición física y condiciones atmosféricas tienen mucho que ver, así como el nivel de aguante/”sufrimiento” que uno se quiera imponer.

Considero que ir con alforjas y llegar a vivir la experiencia de buscar cobijo y otras necesidades es un reto que se debe abordar.

Otros pueden opinar, como así opinan, que cada cual lo hace como quiere y sobre todo se busca la comodidad. Teniendo en cuenta que el ser humano es cómodo por naturaleza, se puede entender, pero no es eso, ya que la “odisea” se convierte en un paseo, y para pasear se queda uno en casa y día tras día se da uno el “paseillo” de rigor que al final pueden hacer una suma de kilómetros considerables si de hacer marcas se trata.

En cuanto al recorrido que efectué comentar que a pesar de ser año Compostelano, en el que se preveía gran afluencia de gente, he de decir que no había tanta como se preveía, eso sí durante todo el trayecto era constante ver gente en el camino (salvo a las tarde que disminuía considerablemente el trasiego de gente a pie), y solo se apreció, como era de esperar, mayor afluencia en la zona de Galicia (haciendo los preceptivos 100 kilómetros para conseguir la Compostela, o ¿por hacer unos 100 km?).

El carácter “religioso” se ve muy desmejorado siendo más patente ver que el mismo se hace porque “está de moda”, como también se ve que hay personas que como costumbre o “por otros motivos”, incluidos los religiosos, realizan el recorrido todos los años, habiendo personas que realizan incluso, y hasta varias veces, las distintas variantes que el Camino tiene ¿?.

También hay que destacar el carácter turístico y mercantilista del Camino, ya que hay montado todo un entramado para sacar dinero, así como para que el turista se entretenga en una odisea “ligth” (bicicletas con motor, desplazamientos en autobuses, recogida y traslados de mochila, “paseillos a caballo”, alquileres de habitaciones, etc.).

Por otro lado se ve que la gente, o mucha de ella, abordan el recorrido con muy poca o nula preparación física así como usando un  material claramente inadecuado (parece que vayan a dar un paseo).